¿Por qué Trasmallo 2.0?

En septiembre de 2012 me pusieron un punto y seguido a mi carrera como periodista. Digo me pusieron porque mi nombre estaba en uno de esos  miles de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que han proliferado en este país con la llegada de la nueva reforma laboral (creo que de esta sangría solo se han salvado los abogados laboralistas).

Después de más de doce años publicando a diario y, en muchos casos, a destajo, he pasado a escribir otras cosas e incluso otros géneros, pero de lo que quería y, sobre todo, cuando me apetecía. Que quede claro que no he estado contando aviones. Me he estado formando y sigo en ello (que antes apenas tenía tiempo de casi nada) y me he embarcado en otros proyectos que ya os contaré. Sirva esto como respuesta por si alguien os pregunta por la calle: “Oye, ¿qué fue del Lendi?”



                                         Imagen publicada por Greenpeace


Un día me encontré en el suplemento cultural Babelia de El País un artículo muy interesante sobre la crítica situación del periodismo mundial. Terminaba como una buena película de Clint Eastwood: contundente. “Yo tengo un trabajo que implica doce horas al día, y aún quiero seguir contando historias. Escribir una crónica te provoca estrés, no duermes, te obsesionas, pero es lo que te hace feliz. Y no escribes por dinero ni por fama. Escribes para no estar triste”. Hubiera pagado por haberle quitado las comillas y apropiarme de la frase. (Es el baremo que utilizo yo para saber si un libro me llega o no: si me hubiera gustado escribirlo o no).

Me sirve el final de este reportaje como uno de los motores para explicar el sentido de este blog, en el que quiero hablar de periodismo, de la comunicación (llámese 1.0, 2.0 o 3.0), de redes sociales, de marketing digital, del nuevo mundo del community manager (manejador de comunidades. Excepcionalmente, suena mejor en inglés que en español)… De lo que creo saber un poco, pero también de lo que me apetece como de la actualidad y de la vida. Fundamentalmente, para no tener que estar triste.

Mi profesor de tesis doctoral, Francisco Javier Ruiz San Miguel (@ruizsanmiguel), me aconsejó a la hora de reorientar mi investigación que me preguntara qué me inquieta ahora y que tratara de responderlo por escrito. Os recomiendo esta técnica también para resolver asuntos de vuestra vida diaria. Pues eso es lo que voy a intentar hacer, aunque a veces me quede solo en la cuestión.

Me queda explicar (tampoco es cosa de contar todo en la carta de presentación) el nombre de este blog, Trasmallo 2.0. Además de significar un clásico arte de pesca, es el título de la sección en la que escribí pequeños artículos de opinión y con los que me divertí durante varios años en Europa Sur. Eran como tus fogonazos de la actualidad. Lo de 2.0, ya sabéis: estamos en la era 2.0.

Un favor: si me pongo pedante, sesudo, simplón, emocional o dramático, pues me lo contáis sin cortaros en el apartado de Comentarios y yo tomaré nota. Aunque no me gusten, me comprometo a no eliminarlos (eso nunca lo haría un buen community manager), aunque tampoco os lo juro.

Bienvenidos a Trasmallo 2.0 y gracias Ana por animarme a emprender esta aventura.

6 comentarios:

  1. Bienvenido a la blogosfera y muchas gracias por incluirme entre tus sitios favoritos. Te advierto de que esto puede ser muy adictivo. Nos leemos! Un abrazo!

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  2. Gracias, Benjamín. La verdad es que emprendo con ilusión esta aventura de bloggero. Me olía lo que tú me confirmas de que esto tiene pinta de adictivo. Al final esta profesión es casi como un vicio. Nos leemos! También un abrazo.

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  3. Me gusta.
    Fernan

    David, otro día seré un poco más explícita.

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  4. ¡Bienvenido a la blogosfera (ojú con el palabro)! Al final internet se va a convertir en la mayor quedada de periodistas de la historia...

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    1. Gracias, Encarni, por tu bienvenida a este mundo. Suerte con tu proyecto dostextocero.wordpress.com. Me gusta. Nos seguimos.

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